En el centro neurálgico de Puerto Vallarta se esconde un pequeño espacio de serenidad conocido como la Isla del Río Cuale.
La exuberante vegetación de la Isla del Río Cuale es como un collar de esmeraldas que provee a Vallarta de oxígeno limpio y fresco, a los visitantes da un respiro de sus ocupaciones y un resguardo a los gatos callejeros de los peligros de la cuidad.
Con seis cuadras de largo por una de ancho, la isla no es el resultado de la planificación de la cuidad. Surgió por casualidad durante una temporada de lluvias cuando el río se desbordó, creando una segunda corriente envolvente de mar que atrapó una masa de tierra.
El lado del este sigue siendo un refugio de paz y tranquilidad, muy frecuentado por lugareños y unos cuantos turistas. Un recorrido a pie en sus caminos serpenteantes seducirá a cualquiera para sentarse en alguna de las bancas y hacer una pausa de las actividades del día.
En medio de un ambiente inesperadamente sereno, los gatos yacen en los jardines y árboles a la espera de ser alimentados. Las iguanas también proporcionan entretenimiento visual.
El Centro Cultural de la ciudad ubicado en la Isla del Cuale ofrece cursos de arte durante el día a precios muy accesibles. Entusiastas amigos han tratado con pintura, escultura, canto, serigrafía, canto, incluso la danza tradicional y el baile de salón. Por las noches el centro cuenta con las actuaciones al aire libre, proyecciones de películas y otras atracciones.
Hay varios restaurantes que ofrecen deliciosa comida a precios razonables. Disfruta de un capuchino y pasar una hora tranquila a orillas del río que fluye o tomar un par de horas para ponerse al día con un amigo. Para los compradores, tiendas boutique salpican la superficie de venta con decoraciones, ropa, joyas, arte y hogar.
El lado oeste de la isla está bordeado por el Océano Pacífico y la Calle Insurgentes, donde encontrarás algunos restaurantes muy conocidos y un mercado muy concurrido.
Fuente: www.visitapuertovallarta.com.mx
